
Durante el siglo XV en todos los reinos peninsulares se rpodujo una lenta pero sostenida recuperación de las actividades económicas
EN LA CORONA DE CASTILLA
Se extendió la actividad ganadera, en especial la ovina. La lana se exportaba mayoritariamente a Flandes e Inglaterra a través de los puertos del Cantábrico.
La nobleza propietaria del ganado defendió sus intereses a través de una asociación, la Mesta, encargada de la gestión de los rebaños y de la trashumancia.
La monarquía otorgaba privilegios de pastos a la Mesta porque se beneficiaban de los impuestos que recaudaba de la exportación de la lana castellana.
La expansión de los pastos supuso la pérdida de tierras cultivables por lo que la producción agrícola era insuficiente, lo que obligaba a la importación de cereales.
La exportación masiva de lana también dificultó el desarrollo industria textil. Algunas industrias importantes eran la orfebrería toledana y la cerámica de Talavera.
EN LA CORONA DE ARAGÓN
El rey Fernando abolió los derechos feudales de Cataluña, conocidos como los "malos usos". A partir de entonces los remansas, campesinos muy pobres, mejoraron sus duras condiciones de trabajo.
Además, en Cataluña se impusieron aranceles para proteger la manufactura de tejidos.
Asimismo, los puertos del Mediterráneo fueron poco a poco recobrando su actividad comercial, en especial el de Valencia.
DESIGUALDADES Y PRIVILEGIOS SOCIALES
Un 90% de la población estaba constituida por campesinos y artesanos, mientras que le 10% restante eran nobles y altos cargos del clero.
En Castilla, Isabel estableció el mayorazgo por el cual el patrimonio de las familias debería pasar intacto al primogénito.
En la Corona de Aragón, la recuperación económica permitió que los artesanos y comerciantes de las ciudades aumentaran su influencia social. Por ello, estos burgueses reclamaron su presencia en las instituciones de gobierno de las cudades, compitiendo con la nobleza.
Las mayores ciudades de la época fueron Valladolid, Sevilla y Toledo, en el reino de Castilla, y Barcelona y Valencia, en la Corona de Aragón.
¿Cómo era la feria internacional de Medina del Campo?
A finales del siglo XV, solo algunas de las grandes ferias medievales mantuvieron su importancia. Este fue el caso de Medina del Campo (Valladolid), una feria internacional al que contaba con la protección de los monarcas.